Dedicaste tu vida a impartir enseñanza,
descuidaste tu casa quizás por corrección,
de trabajos y pruebas llenaste así tu estancia,
y en cada alumno dejaste pedazos de corazón.
Tu tiza y pizarrón descansan en silencio,
las aulas ya vacías resuenan con tu voz,
pero hoy es tu legado que trasciende en el tiempo,
en las mentes que forjaste y dejaste tu amor.
Ahora que el ajetreo entonces se ha calmado,
y miras atrás, viendo el camino recorrido,
sabes que cada esfuerzo entonces ha valido,
pues sembraste sabiduría y has sido amado.
Disfruta ya llegó el merecido descanso,
de un tiempo para ti, sin prisa ni tardanza,
que aun lejos de la escuela, dejaste tu enseñanza,
sigue viva, como un eterno y cálido abrazo.
Hoy ya estás jubilado el camino es otro,
empezará otra etapa quizás sea mejor
pues tienes tiempo libre para crear tus cosas,
y disfrutar del mundo sin prisas… ni reloj.
Silvana B. Sosa. 15 de mayo de 2024.
Comentario
J. Jesús:
gracias por pasear por mis letras y dejar un comentario. Me alegro que te haya gustado lo que he escrito.
Un abrazo. :)
Delia Pilar:
Muchas gracias por tu comentario y gracias por el destacado que mandaste.
Te mando un abrazo enorme. :)
Humana filosofía de una excelsa actividad docente.
Gracias apreciada Escritora Silvana Beatriz, por compartir tu creatividad.
Un amplio abrazo fraternal en la distancia.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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