Cuando cae la tarde

Mis cansados ojos

no cesan de buscarte

entre las escondidas sombras

de mi alma errante.

 

Mi ajada voz es un grito

que se ahoga en la garganta,

que te añora en silencio

y que de tanto llamarte,

 va quedando el eco solitario

de mi voz nombrándote,

rompiendo la monotonía de la tarde.

 

Busco tu canto hermoso

entre las hirientes agujas de mi ocaso,

pero te has ido,

dejando un perfume de ausencias,

rondando por los tristes pliegues

 de mis dolientes manos. 

 

 

Vistas: 114

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…