Como un expósito sin cuna
siento que este mundo burgués
sin conocerme me desprecia
tratándome como un desecho.
Masco la áspera corteza
de mi propio odio indefinible
mientras los sollozos me ahogan…
y pienso que la misma antorcha
que la noche alumbra
sirve para el incendio
o el estrago.
¿Qué pone de diferente
un jardinero de otro?
Los dos dejan la siembra
en la tierra fecunda…
uno cosecha lirios,
el otro una serpiente.
“La musa
de lo eterno y cósmico
cerró sus alas”
para mí y me dejó
sin hogar, ni ley,
ni patria…
con destino incierto
como la hojarasca
del bosque;
como una palma
desafiando los vientos,
irreverente Leviatán…
Fui grande en el soñar,
perezoso en la acción.
Alcé mi frente mustia y lapidada
esgrimiendo mi trágica energía…
¿quizás en aquella luzco
la infame marca de Caín?
No me guío por la razón.
Yo vivo de los impulsos
y ellos constituyen mi verdad.
Codicia, doblez y astucia
como mi sombra
me acompañan.
Mi pecho yerto
es una tumba
donde mueren las aves
y las flores cierran
sus corolas.
Delia Checa - D. A. R.
Mendoza, Argentina - 2017
Comentario
Marginado por la sociedad o automarginado, marginado es.
Sí, es una triste realidad de aquellos que no encuentran
el rumbo para abrirse camino en la vida.
Muchas gracias, amigo Beto.
Un abrazote.
¿Marginado por ser indigente o viceversa?
Sea como sea, el mundo en general pertenece a los triunfadores, los perdedores nunca alcanzan el tren.
Tus líneas reflejan un triste realidad, factible de darse a lo largo y ancho de nuestro mundo, que ya tiempo dejó de ser comprensible.
Abrazotes, amigaza
Gracias, Beatriz, por tu lectura y presencia.
No hay obligación de que todo nos guste.
Ay Delia querida ¿què te digo?
La verdad es que no me gustan los HOMENAJES a los INDIGENTES!
Perdòn si? Besitos
Muy agradecida, Lucía.
Un gusto leer el comentario que me dejas.
Muchísimas gracias, Aimée,
por tu comentario pleno de sensibilidad social
y el destacado que me dejas.
Me es muy grata tu constante presencia.
Devastación, soledad, desconcierto, incertidumbre, tantas cargas pesando sobre almas que han sido desahuciadas, terriblemente juzgadas por la sociedad, desplazados, sin hogar y sin tierra, sin el derecho a la verdad y a la esperanza.
Triste confesión del marginado en las comunidades, donde las minorías son golpeadas por el monstruo insaciable de la codicia, el orgullo, la arrogancia, la soberbia, el despotismo, el totalitarismo, las dictaduras, la discriminación en su vasto significado y todas las miserias humanas que denigran la dignidad plena del ser humano. Y el irreverente Leviatán al asecho con sus flagelos que lapidan y cercenan voluntades; y el hermano castigando a su propia carne sin misericordia ni piedad, dejando las huellas nefastas de la traición y el crimen.
Un interesante y humanista aporte nos ofreces en este día, que invita a la reflexión más profunda.
Son muchos los marginados que por el mundo desean que sus pechos no sean sólo yertos ataúdes para aves muertas y flores mustias.
¡Aún hay esperanzas en un mundo mejor!
¡Felicitaciones amiga por tu valiosa riqueza literaria!
Saludos cordiales.
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