CONCILIACIÓN
Amo la paz que emerge de la inmensidad de tu cielo,
tus estrellas son el sustento a mis anhelos
y tu luna, cual cálida cuna,
balancea mis ensueños.
En lo ardiente de tu luz,
candelabro de virtud,
mi ácida piel no se quema.
En ti un volcán de activa ilusión construí
y en tu mar, fino oleaje de quietud,
mis tormentos conferí.
¡Eres vino embriagando mis misterios!
La bruma de tu noche me estruja en sus ojos negros,
la fría brisa del temor en tus despojos
es como intenso palpitar
restaurando mi cantar.
Delicia de suspiros arrebatas de mi desgarrado pecho,
tu aroma seduce lo perverso en mis entrañas,
y el susurro de tu voz, dando fuerza a mi interior,
por las noches me acompaña.
¡Eres cruz mitigando mis demonios!
Tu solemne existencia
es un sutil algodón que limpia con nobleza
la sangre a mis heridas,
Sangre que descubrí en la transparencia de mis venas
que con tu nombre a tomado un misterioso color,
el color de la admisión,
el color del amor,
el color del perdón.
¡Eres mi interna conciliación!
Beatríz Vielman S.
† Poeta Fugitiva †
La Alondra de Guatemala
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