Concierto que acaricia madrugadas
y el díscolo placer de sus primores,
inquieta presumido los rubores
de indóciles y ascetas escapadas.
Vagando tan discretas las miradas
de azares desflorando sus candores,
confiesan clandestinos, tentadores
revuelos de aventuras desveladas.
Libertas las gemelas esperanzas
en fugas celestinas de caricias,
rubrican hechiceras sus romanzas.
En tórrido concierto las ardicias
del loco suspirar de las andanzas,
musitan seducción en sus primicias.
II
Musitan seducción en sus primicias
umbrosos avatares revividos,
arrullan sus consuelos abstraídos
del canto cenital de las albricias.
Evaden el rencor de las codicias
que aclaman egoísmos desprendidos,
celosos los acordes reprimidos
y efímeros bergantes de malicias.
Concierto del crepúsculo cansado
y el mito cenital de su osadía
que intrépido fecunda enamorado.
En tanto su algazara en melodía
confiesa en el vergel alborozado:
la súbita eclosión de su porfía.
Aimée Granado Oreña ©
Comentario
María Beatriz, gracias amiga por tus comentarios inspiradores.
Gracias amigo Ronny, tus palabras siempre me tocan el alma con su encanto ilustre.
Yo lo que veo es la esperanza que se abre siempre en los mañanas, donde se alejan temores y pesares porque desde luego se amanece con otro ánimo, el cuerpo y mente ha descansado lo que da más lucidez para ver lo problemática que pueda presentarse a veces la vida.
Todo guerrero y somos guerreros de los avatares del destino, requiere descanso para recuperar fuerzas. He ahí el encanto de la noche que muchas veces vemos con agobio porque es el final del día; mas si fuera al revés y durmiéramos de día, hallaríamos oscuro el día porque sería el final del anochecer. Entonces que significa esto, no es la noche no es el dia, ni al alba ni la tarde, sino es el descanso que permite regenar nuestras fuerzas. Que ahora acostumbramos a dormir por la noche, eso es otra cosa.
Y lo condensa esta maravillosa estrofa inicial, para de ahí desenmadejar todo un estímulo de sensaciones y emociones:
Concierto que acaricia madrugadas
y el díscolo placer de sus primores,
inquieta presumido los rubores
de indóciles y ascetas escapadas.
¡Mis felicitaciones mi querida Aimeé!!
Grandioso POEMA que nos estimula a marchar adelante reafirmando nuestras fuerzas, esperanzas siempre con la fe de un albear prometedor!!
Aplausos y miles de gracias!!
Dos sonetos enígmaticos con avatares poéticos en un concierto que confiesa temor en la báscula del tiempo pasado, versos que parecen ser sombras consoladoras evadiendo pesares y rencores, mas este crepúsculo aparece en grandes tormentas en el ocaso medio oscuro de la vida. Sí, hay bastante soledad inquietante y melancolía trastornante en el ocaso de nuestra vida, todo ocaso nos hace reflexionar sobre nuestra vida, vivimos nuestros días en lucha y tormento, en amor y sacrificio, mas siempre ajenos al paso ligero y devastador del tiempo.
Gracias muy estimada amiga Aimée por estos versos tan emocionantes y enigmáticos.
Ronny
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