La célibe muchacha de bruces en su pecho,

de un franco desengaño mi mente quedó presa

truncados mis anhelos, quedó mi ser deshecho,

buscando en los recuerdos de toda su promesa.

 

Curar pretendo a solas el mórbido despecho

no creo que otro silfo me dé la unción, pavesa…

y quite las escaras con nuevo tornalecho

ni sea de los cielos la más feliz sorpresa.

 

Al fin sigo la senda con vendas en mis ojos

haciendo mis orejas más sordas y  galindas

¿mi boca? ¡cual auténtica sonrisa de un payaso!

 

¡Qué importan mis arrugas se plieguen siempre lindas

así como un libreto borrando los enojos,

ni a Venus ni a Cibeles le haría yo tal caso!

 

 

 

 Mariluz Reyes

Vistas: 67

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…