¡Camina mujer, camina!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

¡Camina mujer, camina!

Los mejores años de tu vida han pasado y tú, sigues aferrada a la nada.
Te conformaste con un “Te quiero” y pusiste tus ilusiones en un lejano lucero.
Te conformaste con migajas sin saber de los manjares de la vida.
Fuiste carta sin destino envejecida por el tiempo. Agua en un estanque que por no beberse se pudrió en algún momento.
Tu pasatiempo fue el trabajo y tu recompensa más trabajo.
Nunca pudiste volar porque tus alas como pétalos de rosas, se marchitaron con el tiempo.
Hoy miras el sol y te preguntas a que sabe su calor, porque el frío te congela hasta los huesos.
Viviste de migajas porque así lo permitiste. Bajaste la mirada y a los deseos de un hombre te sometiste.
Dios te regaló la vida con pinturas de colores. Te olvidaste de lo bello y de frescos y agradables sabores.
Dedicaste tu vida a tu hombre y te olvidaste de ti misma. Hoy te encierras en el llanto y el dolor del tiempo transcurrido en vano.
Quieres gritar pero tu voz no suena. Las palabras son ausencias en tu boca.
Quieres mirar pero no miras más allá de tus cuatro paredes.
Quieres amar sin saber que tu corazón se encuentra seco.
Mujer que viviste de migajas. Mujer que te aferraste a la nada. Levanta la mirada y párate erguida. Nunca es tarde para romper las cadenas que te amarran y te quitan poco a poco de tu vida.
Quita el velo de tus ojos y admira la belleza, porque si un día más tienes de vida, vale la pena que lo vivas plenamente.
Respira el aire fresco y camina por los prados. Comparte una sonrisa y no mires el pasado.
Date cuenta del valor inmenso que tienes por el simple hecho de ser mujer. ¡Mujer! Que eres la creación más bella y divina del señor.
¡Vive plenamente! ¡Ama intensamente!
Pero nunca, nunca jamás permitas que te traten mal. Nunca permitas más ofensas. Basta ya de conformarte con todo de nada. Basta ya de recoger migajas.
¡Ámate a ti misma! ¡Sonríe!
Hoy es el día indicado para caminar por nuevos senderos que te lleven a rumbos diferentes. Rumbos donde el amor y el respeto sea el alimento diario.
¡Camina mujer, Camina!

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.
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