C A L A V E RA

CALAVERA

 

Mi calavera se hunde en el fondo de los tiempos,

mi calavera se va, hasta el caer de la vida,

siento que el tiempo ha pasado y me deja

sin remedio y con fatiga; siento que estoy olvidado

o siento que ya yo todo olvido…

 

Mi esqueleto me deja, poco a poco, de esta vida

 y yo, buen insensato, sólo miro desde arriba

cómo es que el tiempo nos deja convertidos

en pasado; cómo es que sólo el recuerdo

se nos queda en esta herida, que es el pasado remoto

de todo lo que fue vida…

 

Yo no sé, sin sobresaltos, sólo se que quedo solo

pero solo yo llegué y se que solos nos vamos

y que el sol ya no remedia esta vieja melancolía

por la que pasan los hombres que han cruzado

el umbral para asomar al otro lado…

profundo, vacío, inexpugnable y distinto…

 

Bien que sé: no soy el mismo. Bien que sé

que todo pasa y que nada es impasible

en el fragor de la vida; sólo la muerte

que llega, inexpugnable, rebasa y nos

acompaña hasta el fondo de ese abismo:

que desconozco en su esencia pero veo

con esperanza que puede ser nueva vida;

otra forma de existencia, donde las formas

se extinguen pero queda nuestra esencia.

 

Es la cercanía con Dios, dicen las almas piadosas,

es la nada, es la nada, dice el filósofo impío.

Yo no sé ni a quien creerle pero si quiero otra

vida, sino aquí todo ha sido en vano y ¿a qué

vino nuestra esencia? ¿a qué coños he venido?

Todo pasa nada queda,

pero lo nuestro es pasar; pasar, haciendo

caminos en lo nuestro caminar, el caminar

ya nos cansa como para que sepamos

que la vida si se pasa y el destino

nos alcanza y nos rebasa…

 

Ni duda cabe que somos polvo y que al polvo

ya volvemos más pronto de lo que imagina

el insensato que goza como si el gozo

fuera eterno, y la vida no se extingue, y

la vida no pasa sólo rebasa, los límites

ordinarios que ponemos los humanos

el valladar es el tiempo, la muerte,

meta inviolable, que transmite la enseñanza

nomás al que tenga oídos y al que mantenga

esperanza; pero nos queda perpetua

la memoria del olvido. El olvido permanece

siempre en pie, siempre tranquilo.

 

Miremos el horizonte, primaveras al olvido;

miremos hacia el pasado, el futuro ya no es frío;

miremos lo que fuimos, y lo que pudimos ser;

miremos desde la atalaya de este extravío

que es el presente que no es porque

ahora ya es pasado. Miremos al infinito

que el futuro ya no fue, y que la vida no vino

nomás pasó y ya se fue…

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Comentario

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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