Caer y levantar anclas
agarrada a los quicios de palabras
los recuerdos de quimeras
de esperanzas.
Caer, en los piès de Jusucristo
ante sus ojos
con la luz que el irradia
su, mirada.
Las quimeras se desatan
caen por su peso en el alma
las cicatrices
como chicharras.
Asì al levantarme
levantando mi copa
brindo asida al mundo
poder caer de nuevo.
Tan solo sòn caidas
sin importancia
pero tengo asida en mì
el brazo de Dios y mi constancia
Mari Orquidea Blanca
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