Despiertan temprano los hermosos caballos, y corren ligeros con sus largos y lacios crines, jugando con el viento.
Vienen trotando desde el distante oriente, por los cerriles caminos hasta el apacible poniente.
Son la cabalgadura de las pasiones y de los sentimientos.Hacen travesías y recorren encrucijadas.Los eternos jinetes son llevados por diferentes lugares buscando donde bajarlos.Caminan los caballos hasta ser pintados de rojo y oro por el suave atardecer.En seguida pasan por la arcada de la hora gris, y se adentran en los mantos oscuros del anochecer, para ser cobijados por la fastuosa bóveda celeste, tachonada de brillantes estrellas que parecen bailar, mientras la pálida luna los baña con su fría agua plateada.
Libres los caballos retozan,con sus ojos de fuego, y con las patas calientes y lustrosas.Sus relinchos se confunden con los gemidos y lamentos nocturnos.Luego silentes duermen un rato para reponer sus energías y su tranquilidad.Enseguida se incorporan para iniciar de nuevo su carrera hacia la oscuridad.
J.Jesús Ibarra Rodríguez.
Delegado Cultural UHE.México.
D.R. 2013.
Comentario
Hermosa prosa, dedicado a uno de los animales mas hermoso de la creación
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