En la sed de mi pueblo, la niña estaba
sustrayendo naranjas en el mercado,
sed entre flores que ayer no más
arrancaron del cielo los vendedores.
Sucia y nos mira, mella en la boca,
hambre que ríe de sus nueve años.
Y en el concreto donde una niña
duerme hacia el viento con sus periódicos,
lectura nueva que se desecha,
sus ojos ciertos entre despojos
sin sospecharlo hieren a Dios.
¡Cómo me duelen sumisos pétalos
para la oferta!
Mientras la niña de Talamanca
yace en el prado donde golosas
saltan las moras entre su falda.
Flor de la selva juega en su pelo.
Y el azabache desde sus ojos
que ya me sitian, que ya me vencen.
Bandera en risas, cómo disfrutas,
cómo ya invitas a las praderas:
lince-follaje de luz envuelves,
cascabelera sed de la tarde,
mientras ya corres desde la lluvia
hasta la hendija de tu cabaña.
Tres niñas crecen entre mis ojos,
ya no hay subastas sino tesoros.
Brinca la tarde de rama en rama:
Torna la luna con las cosechas,
mientras los jueces y los prelados
rompen las copas indiferentes.
Tres niñas laten entre mis manos:
Este es un signo mayor de patria
que el miedo a cuestas de las ciudades.
“Polvo en el viento. Polvo en el viento”.
De mi libro LA LUJURIA DEL PÉTALO
Derechos de autor protegidos por ley
Comentario
Así es Juan Eduardo, gracias por tu lectura, abrazos
Poeta dios bendiga a los niños de mundo...saludos
Gracias, Lucía, por dejar tu comentario y reproducir los versos que más te gustaron, brazos
Gracias, Luis, por tu mable lectura, una niña pobre feliz en el campo y dos niñas en la ciudad, en la marginación y hasta en el abuso. Abrazos
Es una imagen dramática de una realidad en nuestros pueblos latinoamericanos. En este caso, muy bien llevada a través de las letras. Mis congratulaciones, amigo.
Gracias, María Beatriz, por el bello comentario , el destacado y los vesos que reproduces, abrazos
Gracis, Iris, por pasar y dejar tu linda huella, abrazos
Tres niñas crecen entre mis ojos,
ya no hay subastas sino tesoros.
Brinca la tarde de rama en rama:
Torna la luna con las cosechas,
mientras los jueces y los prelados
rompen las copas indiferentes.
Tres niñas laten entre mis manos:
Este es un signo mayor de patria
que el miedo a cuestas de las ciudades.
Y es lo importante mi querido Ronald, tres niñas en diferentes lugares, pero con la misma sonrisa inocente en los labios
Felicitaciones!
Un abrazo
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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