BÍGAMA EN CARNAVAL

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Bígama en Carnaval

La magia del carnaval nos invadió esa tarde. Era tal el bullicio y la alegría que se derramaba por las avenidas inundadas de carrosas, payasos, enmascarados, trajes de multicolor, vejigantes, que no sabíamos dónde posar la mirada aturdida.

Estábamos enamorados, enamorados de verdad, tomados de las manos fluíamos arrastrados por el gentío que cantaba y bailaba. Imposible detenernos, o nos arrastraba la turba sin piedad. Se supone que si estábamos allí era para divertirnos con el baile y la samba caribeña. Pero estábamos enamorados, los cuerpos pedían otra cosa, tal vez algo más sensual y suave, tal vez un rincón solitario.

Un rincón solitario imposible, pareciera que toda la población de la Isla se acumulaba en las calles de Ponce. Movidos, más bien, arrastrados por el gentío llegamos a la catedral. Ala, Ala, las puertas estaban abiertas, pero se podía ver que dentro no había público. Nos pareció el oasis deseado que clamaban nuestros cuerpos.

Después de un serio forcejeo logramos desligarnos del bullicio y meternos a la catedral. Perdónanos Dios mío, el silencio de la nave en aquella semi-penumbra refrescante encendió el fuego en nuestras miradas. Y allí se concretó el primer beso apasionado.

Mi conciencia religiosa se disparó en alarma, y sin pensarlo mucho, decidimos casarnos ante el solitario altar, solo la Virgen de La Providencia resultó ser testigo de aquella unión encandilada por el carnaval. Desde luego que después de varias horas de encendido amor decidimos regresar a las calles a seguir la rumba con la alegría del público que pareciera estar celebrando, no solo el carnaval, sino también nuestra boda.

Ahora pienso que llevo 30 años de bígama, pero no se lo digo a nadie, absolutamente a nadie.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Teodora, muchas gracias querida amiga, bendiciones de luz, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Vilma, querida amiga, gracias, ya corregí, bendiciones carnavaleras, Amaralis

[Teodora E. Leon Salmon]

Un muy buen relato de amor y carnaval, que ha sabido trasladar al lector a aquel lugar.
Saludos cordiales, poeta
Teodora

[Vilma Lilia Osella]

Carnaval, conviene escribirlo con V. Amaralis, una gaff que deberías corregir.

Relato vibrante. El amor se consagra ante cualquier contingencia.

Gracias por compartir tan valioso texto.

Vilma Lilia

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Cierto, mi querido y distinguido amigo Críspulo, así es, como bien dices, conozco el de Venezia, y he camnado por la avenida de Rio de Janeiro, pero no en carnaval. El Caribe tiene excelentes carnavales, el de Ponce, el de San Juan, con música de salsa y rumba, se goza en cantidad, amigo, te agradezco tu lectura y comentarios, y te dejo mi abrazo carnavalero, bendiciones de luz, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Delia Pilar, muchas gracias por tus sabias palabras, así es , amiga, el amor no tiene límites, bendiciones carnavalescas, Amaralis

[Delia Pilar]

Nada de cuestionamientos ni culpabilidad correspondía, Amaralis.

Estoy segura que la Divinidad aprobaría esa actitud. 

El amor es siempre un sentimiento positivo y bienvenido.

Está buenísimoooo este relato. ¡Felicitaciones!