AUSENCIA
La luz de un atardecer
en tus ojos se escondió
y tu mirada se fue,
siguiendo el paso del sol.
Eras tu, para mis noches
rocío de primavera
y yo tan solo una sombra
que a tu talle se encadena,
Tal vez ni te dieras cuenta
de este, mi amor callado
tal vez ni siquiera sepas
las veces que te he soñado.
Tus ojos negros tenían
la tristeza de un olvido,
tu boca roja promesas
de besos amanecidos.
Te fuiste cuando la tarde
tejía su gris de ausencia,
y el sueño que no tuvimos
se convirtió en hojas muertas
Igual que ramitas secas
que esperan la primavera
mi amor se quedó esperando,
soñando con que volvieras.
Un día has de encontrar
tu nombre en una canción
y tal vez comprenderás
lo callado de este amor.
Sueño que no pudo ser
la noche se lo llevó
quizás lo vuelva a encontrar
si lo soñamos los dos.
.
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