ARMELLAS LUMINOSAS
Una noche cerca de las montañas,
miraba el oscuro firmamento,
y distinguí una lluvia de estrellas,
que en asincronia iban descendiendo.
Eran como unas armellas luminosas,
que del alto cielo se desprendían,
y bajaban con sus hermosas luces,
y la atmósfera incendiando.
Las observé con gran embeleso,
parecían gotas de agua estiradas,
de los celestiales arboles sacudidas,
por los vientos incoloros del universo.
Unas caerán en alguna laguna,
o cerca de un cantarino arroyo,
y se bañará su masa gris oscura.
Las menos querrán llegar a dunas,
para ser cobijadas por la arena;
otras serán colectadas,
para estar en algún museo,
o cumplir en la tierra un deseo.
Pero por su rápido desplazamiento,
nunca sabrán donde caerán,
algunas por la fricción no llegaran,
y otras se harán fragmentos.
Las habrá que intactas queden,
en las faldas de las lomas,
en el fondo de los mares,
o en sitios de pedregales.
Pronto llegó la madrugada,
y las estrellas erráticas desaparecieron,
con la luz del sol se durmieron,
para despertar en la noche de nuevo.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
D.C. UHE. 2016 . D.R.
Comentario
Jesús,
Gracias por compartir este hermoso poema de luz.
Saludos y bendiciones.
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