APARIENCIA

[Silvana Beatriz Sosa]

APARIENCIA

( Cuartetas dodecasílabas )

Tú no te fíes de aquellos que se muestran
tan hermosos, elegantes y pomposos,
en la vida son aquellos que  se encuentran,
arrogantes, elegantes y tramposos. 

Y son los que a simple vista, son hermosos,

pero que si hurgas en ellos nada tienen,

y se muestran elegantes, majestuosos,

 altaneros… y no encuentran quien los frenen. 

Pues su vida así es tan  sólo de  apariencias,
ya que ellos, de por sí, no hacen nada…
pero son los que te juzgan con sentencias
y ahí  lo hacen de una gran sed malvada. 

Es así, que es fácil ser elegante,
sin haber jamás cogido guante bien,
ni ayudado a nadie pues ya se ven
y no hay nadie que los pare que los plante. 

Sé tú mismo y ya  detenlos un momento,
que no vengan a contarte ningún cuento:
pues son ellos quien muestran sus acciones
quienes  deben dar por sí… las lecciones. 

Silvana Beatriz Sosa.

[Silvana Beatriz Sosa]

Donato: coincido contigo en tu frase: "La elegancia no se mide por el vestir, sino por lo que  lleva y siente su alma y lo expresa en forma  poéticamente".

Aporto otra frase que es la siguiente: "Las personas son como los perfumes, vienen en frascos diferentes, pero lo fundamental, es lo de adentro, su perfume... su alma". 

Muchas gracias por tu segunda opinión. 

[Silvana Beatriz Sosa]

Maria Beatriz:

Lo que quise expresar en el poema, tenía que ver con la imagen también, en el sentido que la persona que está siempre arreglada, “emperifollada”, sólo piensa en sí misma (y se ve en el lápiz nuevo, impecable, que no se gastó en hacer ni en escribir nada). A veces, el elegante, el que está al margen de meterse en el barro, también tiene ínfulas y se cree superior. En cambio, el lapicito gastado, es justamente, como la persona que es trabajadora, que es útil, que se mató trabajando. Y es el que menos se destaca, pero es el que ha brindado la vida por los demás. Y la frase de la imagen lo dice todo: “ Es fácil verse elegante, cuando no haces nada”.

Y son los que a simple vista, son hermosos,

pero que si hurgas en ellos nada tienen,

y se muestran elegantes, majestuosos,

 altaneros… y no encuentran quien los frenen.

 

Es así, que es fácil ya ser elegante,

 sin haber jamás recogido su guante,

ni ayudado a nadie, pues solo se miran

y no hay nadie que los pare y que los plante.

 

[Silvana Beatriz Sosa]

Donato: 

Me encantó tu respuesta rimada. Está maravillosa. :) Mil gracias 

[Silvana Beatriz Sosa]

Delia Pilar: 

Muchísimas gracias por tu comentario y por el destacado. Me alegró el día. :) 

[donato perrone]

La elegancia no se mide por el vestir, sino por lo que  lleva y siente su alma y lo expresa en forma  poéticamente ....     

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Pues mi querida Beatriz, yo no le veo la relación de ser elegantes con ser malas personas. 

Hay humanos que no son elegantes y tienen veneno en el alma; y casi siempre son los que de algo adolecen porque les roe el resentimiento, la limitación.  Al elegante lo miran y lo admiran y es motivo de admiración  y envidias  ¿de quién o quienes? 

Elegancia es distinción.  Y no solo se aplica en las vestiduras, hay personas que se comportan y hablan con elegancia; y, precisamente SU ELEGANCIA deviene de no expresarse jamás MAL de la gente.  O sea para no ser malas personas hay que vestirse mal?

Lo siento pero me parece que aquí hay una tergiversación de conceptos!

Y perdóname pero tengo que decirlo, porque por lo que veo,  Delia y Donato, incluyéndote al parecer PIENSAN que la elegancia tiene que ver con la crítica, las malas intenciones cuando NO ES ASÍ!  Muy por el contrario la PERSONA ELEGANTE es DISTINGUIDA,  FINA, RESPETUOSA,  GENTIL  tanto en su trato como en su comportamiento y se trasluce en su forma de vestir y ser.

Un abrazo amiga!

[donato perrone]

Me agradó tu poema ... no dejes de decir tu poema --- y a nadie temas .--- di la verdad de tu sentir -- con verdades y sin mentir  -- 

[Delia Pilar]

Muy lindo y sabio poema, estoy muy de acuerdo contigo; Silvana. 

Cuando sobra el tiempo se tiene mucho para emperifollarse, no hay otra razón. Los que tratamos de  que nuestra vida trascienda, de ser útiles y no haber pasado por esta vida nada más que para mirarnos el ombligo no tenemos tiempo para tanto adorno.

Me encantó tu texto poético.