ANDENES

[Ronald Bonilla Carvajal]

 

Ese fue el carrusel,

quizá el columpio que mecimos

interminables en la sonrisa de los hijos.

Eso que hoy la lluvia

se llevó al desfiladero del orín o el abandono.

 

Aún está aquí

nuestro viejo patio de tan antiguas claridades,

 los gatos rondando el sopor

acaso para inventar nuevos niños.

Aún cuando llueve,

el limonero del vecino extiende

sus amarillas yemas de exquisita acidez

y antoja a la ventana.

El pequeño galerón con sus latas al sol

tiende esas ropas en aburrimiento total.

No ves que ya crecieron los muchachos

y nosotros no tenemos nada de qué hablar

 que no sean  las trifulcas de gastos y de objetos fallidos.

 

Perdona,

hace tiempo te dejé pero estoy aún atado

a los rincones obtusos de mi tedio.

 

Soy el que te anula, el que se mata,

el que no tiene adónde ir si no a los versos

que el revés de esta historia dejó en viejos andenes

que nunca se marcharon.

 

De mi libro aún inédito LA LUJURIA DEL PÉTALO

Derechos de autor protegidos por ley 

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, iris, por tu bello comentario, y por las felicitaciones, abrazos

[Iris Girón Riveros]

"...hace tiempo te dejé pero estoy aún atado

a los rincones obtusos de mi tedio..."

La vida...amigo Ronald, la vida es un carrusel

que como plataforma giratoria nos muestra bondades,

pero también imágenes grises, mudas u hoscas;

¿Qué hacer?....Afrontar y enfrentar mirando el horizonte

para salir airosos...para VENCER.

FELICITO tu poema de profundidades...como es nuestro existir.

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Aimée, por tu mable lectura, abrazos

[Aimee Granado]

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Ma Beatriz, por los versos que reproduces, tu comentario sobre el poema, que data del 2004, cuando fenecía mi primer matrimonio, así que todo es muy vivencial. abrazos

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

No ves que ya crecieron los muchachos

y nosotros no tenemos nada de qué hablar

 que no sean  las trifulcas de gastos y de objetos fallidos.

 

Perdona,

hace tiempo te dejé pero estoy aún atado

a los rincones obtusos de mi tedio.

Es triste cuando estas situaciones acontecen en un matrimonio donde antes brilló un amor intenso.  Y se también mi querido Ronald, que todo es imaginación, que escribimos amores y sinsabores porque se busca variedad en nuestra escritura.  Asi que bajo ese contexto amigo felicitaciones!  Son cosas que pasan aún sin uno quererlo.  Al menos en estos versos los hechos sucedieron con los hijos ya grandes;  más triste seria si estuvieran pequeños!

TE ABRAZO Y FELICITO POR TU CREATIVIDAD!

Cariños con abrazos!!  (Entre nos, me hizo recordar a mi primer matrimonio, un besito en tu mejilla) 

Gracias