Un día yo me encontré
con mi amor desesperado;
ella me miró en silencio,
lo sé porque yo la he amado.
Heme aquí, ahora arrodillado,
sin miedo y en una silla;
mi camino no es Sevilla,
sino que es muy enlodado.
Que si la gloria me espera,
que si gano un beso tuyo;
prefiero pasar la pena,
porque yo tengo mi orgullo.
Y así termino de amarte,
mujer de ritmo y belleza,
puesto que tienes grandeza,
eres mi gran estandarte.
Comentario
GRACIAS POR TU ELOGIO A MI POESÍA, MARÍA BEATRIZ
Jop,
Muy bello tu poema. Felicidades!
Saludos y bendiciones!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2024 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME