Almuerzo con invitado.

 

He conocido al novio amante

de mi hija infante,

feliz no me quedo,

la inquietud  se hace presente.

 

La idea costará

que dé raíces en mi mente,

me hace cavilar

entre la niña y la mujer.

 

Punza el corazón

de saber pérdida a la niña

ya no está bajo mis alas

de gallina bienhechora.

 

Soy madre defensora,

protectora  y guardiana

que abraza, en frías noches,

a sus críos mancebos.

 

El tiempo indicará

cuál será su destino

si es éste u otro mozalbete

que a su corazón arremete.

 

El destino viene y ataca

dando estocadas  que desgarran

al alma mal herida

de esta madre compungida.

 

Quizás lleguen otros a buscarla

pero será su corazón el mejor consejero

que dirá cuál es el príncipe elegido

para vivir el futuro desconocido.

 

 

Cecill Scott.

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Comentario

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Comentario de marco gonzalez el abril 5, 2012 a las 9:13am

Muy bueno asi deben de portarse todas las gallinas protectores de sus polluelos, un saludo Cecill te admiro poeta, Marco

Comentario de SENDA el abril 5, 2012 a las 6:24am

BONITO POEMA QUE TE INCLUYE EN EL CLUB DE LOS/AS SUFRIDORAS

ALGO A LO QUE TENDRÁS QUE ACOSTUMBRARTE

FELICIDADES


Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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