A JUANA AZURDUY

[Delia Pilar]

 

¡Tan pequeña en tu orfandad!

Las puertas del convento

se abrieron para recibirte;

niña morena de frágil aspecto…

Te albergaron en él unos años…

¡Que estrecho

para contener tus alas!

Tan desplegadas que dejaron

volar a la adolescente

y partiste en busca del horizonte infinito.

…Y el destino te trajo

al revolucionario Padilla, tu marido…

Época de enfrentamientos

entre realistas y nativos,

numerosos valientes te rodearon:

gauchos, indígenas, criollos…

hacían frente a la crueldad del español…

-bloqueaban su avance en la Patria-.

¡Cuántas batallas ganadas!

a tu cabeza le puso precio el invasor…

¡mujer indómita!

¡Cuánta muerte te rodeó!

Murieron tus hijos…

¡tierna compañía

de pequeños luchadores! 

…y, después,

tu marido…

¡un río de sangre impregnó

manos enemigas!

mientras descubrías que…

¡otra vida ensanchaba tu cintura!

Coronel de la patria

te nombró el inmortal Belgrano,

-por todo tu inmenso sacrificio y valor-.

Los gobiernos no te reconocieron…

 confinada a la miseria,

falleciste, significativamente,

un veinticinco de mayo mientras

tus huesos quedaron en ignorada fosa …

¡sin honor alguno!

 

Delia Checa - D. A. R.

Menoza, Argentina - 2015

Imagen tomada de la red

correspondiente a una pintura.

[Delia Pilar]

Gracias, apreciado Críspulo.

Saludos cordiales.

[Delia Pilar]

Gracias, Elías.