ESPERANZA

[Delia Pilar]

 

El escritor debe ser un testigo insobornable de su tiempo,

con coraje para decir la verdad, y levantarse contra

todo oficialismo que, enceguecido por sus intereses,

pierde de vista la sacralidad de la persona humana.

Ernesto Sábato de su libro Antes del fin.

 

Paráfrasis de fragmentos del libro La Resistencia de Ernesto Sábato.

 

Albergo la milagrosa esperanza, quizás delirante, de una vida verdaderamente humana. Quiero vivir la dimensión del espíritu, la del encuentro con el otro, la de los gestos vitales… Abandonar la visión hipnótica que esta sociedad manipuladora nos pretende imponer mediante sus numerosos instrumentos: la televisión con sus series alienantes, propagandas repetitivas con las que nos quieren obligar a que consumamos, a toda costa, lo que  el poder económico quiere; además las noticias orquestadas por la prensa amarilla que trata de manejarnos como títeres sometiéndonos a su voluntad soberana mediante sus medios de comunicación o, más certeramente, de incomunicación. Además de otras pantallas no menos anestésicas. Como a insectos atraídos por la luz esas pantallas nos atrapan, adormecen y nos roban el goce de lo simple e increíblemente bello de nuestro entorno cotidiano, humano y natural. La sonrisa de un niño, el brote palpitante de una planta en una grieta del asfalto, alegrándonos la existencia con una flor diminuta; la voz humana y sus variadas tonalidades, el ocaso y el misterioso anochecer con el reinado de las sombras, así como los bellísimos amaneceres  y, sobre todo, la magia de la convivencia humana. No nos olvidemos, además, que el entorno material inmediato está impregnado de las huellas inefables del hombre: un libro, un retrato, una mesa gastada por el tiempo y el uso…, un jardín primorosamente cuidado…

La expresión humana es una necesidad básica e indeclinable, todo ser humano tiene absoluta necesidad de ella y se sumerge en impotencia cuando ve cercenadas sus posibilidades de comunicar lo que bulle en su interior –privación de libertad, represión, disfuncionalidades físicas y otras trabas-.

¡Y qué decir de la exploración de los mundos literarios, afición cada vez menos difundida! Esas excursiones por mundos arcaicos de sociedades sumergidas en el tiempo  y otros viajes por territorios fantásticos con el que nuestra imaginación vuela por dimensiones asombrosas, tienen un sabor y disfrute que nos dejan sin aliento. ¿Y el extenso y maravilloso territorio de la poesía que nos mueve y conmueve más allá de lo esperado en nuestros más demenciales sueños? Realmente la “vida al natural” no puede ser reemplazada por la tecnología por más sofisticada que esta pretende ser, esta termina alienando al hombre y convirtiéndolo en símil de robot.

La aceleración de la vida actual, la creación de necesidades artificiales tan lejos de lo verdaderamente humano nos hace perder el goce por lo realmente genuino que hace a nuestra salud mental y espiritual.

 

Delia Checa – D.A. R.

Mendoza, Argentina - 2020

 

 

 

[Delia Pilar]

Alías y Carlos:

Les agradezco estén presentes

en este minniensayo que comparto. 

Saludos fraternos.