PLUMA MARFIL

Madre mia

    

 

                Madre mía

 

Eras la luz del nuevo día, el aroma

de cada amanecer, tus caricias

suaves como el terciopelo,

me arrullaban en el anochecer.

 

Eras el sol brillante de cada día,

en tus ojos me miraba yo,

tu canto matinal como el de un pájaro

me alegraba el corazón.

 

Eras la flor de penetrante fragancia,

me sentía contagiada con tu esplendor,

tus pétalos eran los brazos de los

que recibía tu inmenso calor.

 

A lo lejos me parece escucharte

más no tengo ni tu perfume ni tu amor

y, sólo cada mañana, el cantar de

los pájaros, reemplazan tu dulce voz.

                                           

Teodora León Salmón de Amiot

2-5-23

D.R.

 


  • ADMINISTRADOR

    Delia Pilar

    Teodora: ¡Qué bello versar dedicas a quien de dio el ser!

    Me encantó por tu uso tan diestro de los recursos poéticos. 

    ¡Felicitaciones!


  • PLUMA ÁUREA

    Beto Brom

    Un merecido regalo.

    Disfruté leerlo, poetisa.

    Abrazotes van,,,,amigaza


  • PLUMA ÁUREA

    Maria Beatriz Vicentelo Cayo

    A lo lejos me parece escucharte

    más no tengo ni tu perfume ni tu amor

    y, sólo cada mañana, el cantar de

    los pájaros, reemplazan tu dulce voz

    ¡Preciosa analogía la que encierra este hermosa poema de dulzura y amor mi querida Teodora!

    Ah, la madre amiga mía,  nombre que nos quiebra el suspiro cuando escribimos, hablamos y recordamos al santo ángel  que nos dio la vida!

    Muy bellas letras mi querida Teodora, estremecen nuestro ánimo y zahieren nuestro corazón!

    Gracias por tan inconmensurable canto a la madre,  amiga mía!

    Besos de corazón a corazón