SEMBRADORES DE PAZ

Por Héctor José Corredor Cuervo

Entre nubarrones de odio y falsía
se oyen galenos exigiendo paz
a indiferentes con mente vacía
que esconden la inercia tras su antifaz.

Llevan como escudo su alma bravía,
y como un arma la fe pertinaz
rogando al mundo cese la anarquía
y vuelva el sosiego en región feraz.

Son idealistas con alma de oro,
cargados de luz y una gran confianza,
que quieren se pare esa cruel matanza

donde Jesucristo dejó el tesoro
a hombres que tiene la fe y la esperanza
de sembrar amor en fértil labranza.

01 de enero de 2009. A las organizaciones de médicos que luchan sin descanso por la paz del mundo.

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Respuestas a esta discusión

La medicina es un apostolado. El médico de alma se da por entero al prójimo, sin esperar un estipendio, y cuando lo redibe merecidamente lo agradece con mayor entrega.
Puedo decirlo con propiedad por mi hermano Alberto Urdaneta, quien falleció a los 65 años este año en febrero, hace diez meses. Fue un hombre callado y estudioso, especializado en medicina nuclear, en cuya actividad realizó importantes trabajos de investigacion publicados en USA, y sin comentarlo a nadie. Nos enteramos después de su muerte tan lamentada.
Podemos atribuirle está estrofa de tu sentido poema:

donde Jesucristo dejó el tesoro
a hombres que tiene la fe y la esperanza
de sembrar amor en fértil labranza

Gracias, amigo Héctor, por tu hermoso y sentido poema.
Un abrazo, Alejo Urdaneta
Estimado Alejo:
Gracias por tus bellas palabras en esta fecha en la cual nos preparamos para recibir a ese gran Rey que nos dejó sus huellas en caminos de amor y de humanismo para que las sigamos con entereza. Se que la medicina es un apostolado como lo es también para quienes nos dedicamos al servicio de la humanidad en el arduo e ingrato trabajo de la paz.

Lamento mucho la muerte de ese apóstol que vino al mundo sanar al enfermo y a dejar semillas para que la humanidad pueda sobrevivir a los ataques de los virus creados muchas veces por los mismos seres que inventan las drogas para atacarlos.

Hoy, tan solo doy gracias a Dios por ponérmelo en este camino tan maravilloso de la vida. Para ti y para toda la familia una feliz Navidad y que el año que viene sea de muchos triunfos y gratas noticias. Deseo que nuestra amistad crezca como un árbol de mostaza que pueda dar la sombra requerida a quienes buscan sombra. Héctor
Estimada Marcela:

Es muy agradable abrir esta página y encontrar personas que se preocupan por la lectura de los trabajos de otros. Gracias infinitas por tus generosas palabras. Abrazos

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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