A mi encuentro.

 

 

¡Aquí te espero!

En la distancia

inmensa de horas sin pausas,

en noches de luces brillantes

y radiante mirada.

La dama noctámbula devora tu sombra

para señorear tu silueta gallarda,

las espigas verdes

se trenzan en el camino,

como vagabundas arpías de cal y sal,

dando paso prontuario a tu figura cansina.

 

¡Aquí te espero!

Incólume y acrisolada

con un cáliz de ungüento y mirra

que donaran a tu cuerpo

ternura y calor.

Llegaras en los mantos de seda

que cubren el frescor

de la mañana

cuando el día abre

las puertas del cielo

y la vida se viste de eternos sueños.

 

¡Aquí te espero!

A la orilla del río

de aguas reposadas y mansas

musitando tu nombre

como laurel de olivos.

El azul nube se desgasta en mis ojos

derramándose sobre aguas desnudas

liberando gigantes soplos de vida en el huerto

que danzan en remolinos de zarzas

redimiendo la espera

de manantiales en calma.

 

¡Aquí te espero!

Bajo la sombra

de árboles de soledades y olvido

mientras el sol, con sus rayos de lanza,

 alumbra las sombras que cosen

aguijones de tristeza en mi alma.

Las hojas, de una rosa púrpura,

se deshacen, cristalinas,

en mis manos florentinas.

Llevo en mi cabello pétalos de claveles

con aroma dulce del ciprés.

 

¡Aquí te espero!

Ilusionada y en paz,

donde las horas se diluyen junto al agua

cristalizadas en el verbo de tu amor.

Omnipotentes vuelan mariposas

guardando sus vestidos

en valijas de color,

susurro palabras al viento

para que sientas mi pasión,

cuando por fin,

llegues a mi encuentro.

 

 

 

 

 

Cecill Scott.

©Todos los derechos reservados.

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Respuestas a esta discusión

Es un bello poema. amiga

Tus letras siempre se destacan por la belleza que poseen, amiga querida. Abrazos y bendiciones.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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