ESPECTROS
de
ALEJO URDANETA
Figuras
de la noche,
espectros de tu cuerpo mudo.
Te arrastro cuando estoy solo,
ardida la frente:
bandera perdida en la sombra.
El sabor de la tierra,
sus humores
de lluvia nocturnal,
me arrastran hacia ti
por senderos torcidos,
y despierto
con el sabor de tu piel:
delirio impregnado
de gemidos sombríos.
La oquedad silenciosa,
tu boca ausente,
sendero del untuoso bálsamo
prisionero en los labios:
Todo está allí.
Esclava la tierra de tu nombre,
por calles de niebla
nos tocamos al arrullo de los grillos.
Te toco y no estás.
Te arrastro cuando estoy solo
con mis ansias posesivas.
Están tus manos en el sueño,
caricia dulce y brusca
en el cuerpo rojo y ardor.
Y me tomas con firmeza
y paseas mi rostro
por rincones de la espesa ensenada.
Rastrea la serpiente
en el cáliz de burbujas
y brota el vino sagrado
y el aceite se derrama
en la joya balbuciente:
Cristal de baba y diamante.
Atados estamos
al espectro inquieto del sueño.