Estimados amigos Peruanos:

Felicitaciones en este día tan importante para ese pueblo como es la proclamación ante el mundo del acta de independencia de España y de cualquier dominación extranjera.

Hoy cuando los vientos de desintegración soplan en esta tierra americana impulsados por ansiosos del poder,basados en ideologías foráneas y obsoletas, los verdaderos patriotas tenemos la obligación de ponernos de pié para evitar una guerra fratricida la cual va a beneficiar los intereses de los nuevos conquista dores. Quienes conocemos los horrores de la guerra no queremos que la América Latina se desintegre por la ambición de unos pocos que siembran abiertamente semillas de odio y de violencia en nuestros pueblos.
La culpa del atraso y de la ignorancia no es culpa de otros sino de nosotros mismos que hemos nombrado unos gobernantes corruptos e indolentes que viven de frente al pueblo para las elecciones pero de espaladas a este después que que son elegidos.

Allá en es tierra, en el campo de Ayacucho, fue donde el Ejercito de la Unión el 9 de diciembre, al mando Antonio José de Sucre y con José María Córdova como comandante de División, se consolidó la libertad de América.

Para ese pueblo hermano este poema cuyo epígrafe corresponden a las palabras pronunciadas a los Soldados de la unión por el general Sucre antes de la batalla de Ayacucho:


¡Soldados!, de los esfuerzos de hoy depende la
suerte de América del Sur, otro día de gloria va a
coronar vuestra admirable constancia.
Antonio José de Sucre

CAMPO DE AYACUCHO

Por Héctor José Corredor Cuervo

En la pendiente del Condorcunca
soplan corrientes de libertad
de unos héroes que en heredad
dejaron huellas con vida trunca.

Sobre el gramado de la llanura
crecen los sueños de la unidad
de los guerreros que en hermandad
lograron gloria con garra pura.

Entre las aguas de la quebrada
corre la sangre de los soldados
que con sevicia fueron lanceados
entre los pliegues de la ensenada.

En el campo abierto de Ayacucho
se oyen los gritos de rendición
de un enemigo con ambición
que sembró poco y quería mucho.

Allí se izaron ya las banderas
de la concordia y de la razón
para que ondeen con ilusión
cual franco vuelo de almas viajeras.

Hoy, por los aires de la región,
se oye el sonido de los clarines
llamando a fuego a los paladines
para que luchen por paz y unión.

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Respuestas a esta discusión

Mi querido Héctor, siempre pensando en todos!!!
Un gusto deleitarme con sus líneas!!!!

Besos cósmicos!!!!
Querida NADLI:

Gracias por tus palabras. Yo lo único que hago es soñar con la unión de todos los hispanomericanos en estos momentos cuando soplan vientos de desintegración por intereses personales de quienes dicen ser defensores de su pueblo. Abrazos. Héctor

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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