(Orson Welles)

EL TERCER HOMBRE/ DE CAROL REED (1949)

La música en el cine ha sido siempre un soporte emocional de la trama. Baste recordar la de Lo que el viento se llevó o la del film Doctor Zhivago.
Cuando el director Carol Reed tuvo la idea de hacer sonar un solo instrumento, una cítara dio el tema recurrente en todo el filme El Tercer hombre, y bastaron esas notas para dar a la obra su carácter de hondo sentido expresionista, a la manera de Orson Welles en sus mejores obras cinematográficas. Y Orson Welles es el centro y la atracción de esta película de 1950.
La música de Anton Karas crea una atmósfera propia del episodio que se narra, basado en la novela de Graham Greene del mismo título. La cítara tañida en cada ocasión con diverso tono da la sonoridad que puede escucharse en un café de Viena, pero se constituye en el personaje del fondo del drama.

La escena de la película es la ciudad de Viena de la posguerra, dividida en cuatro sectores controlado por norteamericanos, ingleses, rusos y franceses, y donde el mercado negro, incluidas medicinas adulteradas, domina el espacio económico.
El tema del drama cinematográfico en El Tercer Hombre es el encuentro entre dos amigos: Holly Martins, un escritor estadounidense autor de novelas de baja calidad, y Harry Lime, un aventurero. El personaje Martins, en una sobria actuación de Joseph Cotten llega a Viena en busca de su amigo que lo ha llamado. El amigo es Harry Lime, antiguo compañero de Martins. Orson Welles hace en este film una actuación extraordinaria en el papel de Harry Lime.
Al llegar a Viena, Martins recibe la noticia de que su amigo ha muerto, y está a tiempo de llegar al cementerio y presenciar el sepelio. Pareciera que allí termina el motivo de su viaje, y sin embargo se desarrolla una intriga en torno a la muerte de Harry Lime, con ocultamientos sospechosos y el asesinato del conserje que fue testigo del arrollamiento de Lime. Con el fondo musical del cémbalo solo va dibujándose la intriga, desde el momento en que el testigo dice haber visto a un tercer hombre en el momento del accidente automovilístico que mató a Harry Lime.

Anna (Alida Valli) es la amante de Harry Lime: una refugiada checa que está en Viena ilegalmente, con pasaporte falso, de quien Martins se enamora y ofrece ayudarla para que escape del acoso de los rusos. Entre ellos se inicia una tibia relación sentimental opacada por la personalidad avasallante de Harry Lime.

Lime no ha muerto y se oculta en la ciudad para evitar ser apresado, a causa de los negocios ilícitos que hacía con medicinas adulteradas. Se le cree muerto en el accidente automovilístico que él mismo ha preparado para simular que ha sido la víctima de un arrollamiento.

La primera aparición de Welles como Harry Lime es una escena de antología en el cine: un portal a oscuras en la solitaria noche vienesa de la post guerra, un gato que ronronea y se pega a las piernas de un hombre oculto en el hueco de la puerta; y de repente un haz de luz ilumina el rostro sardónico de Harry Lime, y es Orson welles quien nos da la cara del gran artista que fue. Primer encuentro entre los antiguos amigos e inicio de la tragedia y la muerte verdadera de Lime.

El estilo predominante de la película es expresionista, y muestra la ciudad de Viena filmada en locaciones naturales, con los escombros de la reciente guerra y la ruina de un imperio sostenido por la economía del mercado negro. Las tomas de la fotografía nos ofrecen planos inclinados, ángulos oblicuos, distorsión de los rostros, entre calles y recodos sombríos.

Orson Welles añadió al guión, por decisión personal, unas frases que nos muestran su carácter irreverente, sin importarle la muerte de tantas personas asesinadas con medicamentos adulterados bajo sus órdenes. Dice Harry Lime por boca de Orson Welles:

«En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia no hubo más que terror, guerras y matanzas, pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500 años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? El reloj de cuco».

En cada escena se escucha la música de Karas, unas veces como arrullo de suspenso, otras de expresión amorosa, o de persecución. La evasión de Harry Lime por los subterráneos de Viena es una muestra de buen cine, con el sonido del agua y de la música y la excelente actuación de Welles. Una persecución angustiosa en la que el gran actor pierde la vida, traicionado por Martins.
El regreso de Holly Martins a su país, después de presenciar un nuevo sepelio de Harry Lime, esta vez de verdad, es maravilloso. Entre árboles del cementerio, por senderos bordeados de hermosos árboles, va a pie el amigo que ha perdido también el amor, va detrás de Anna, la mujer a quien quiso ayudar pero no pudo hacerlo ante la terrible presencia de Harry Lime – Orson Welles. Ella le demuestra en ese momento su desprecio, y el escritor frustrado sigue a solas su camino de vuelta.
Esta película inglesa ha sido calificada como la mejor de todos los tiempos en Inglaterra.
La obra comentada fue escrita por el novelista inglés Graham Greene, que dijo que El Tercer hombre no fue escrito para ser leído sino para ser visto.

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Respuestas a esta discusión

¡Que crítica gloriosa! Desde este momento este comentario de Dn Alejo Urdaneta, se me une indefectiblemente al superior filme El tercer hombre  

Ernesto

¡Muy buena reseña, Alejo; habrá que ver la cinta!

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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