Los vértices, refractarios de una moneda, se inclinan ante la sombra de la mueca desgastada del trueque: Doy y Recibo.
Tú y yo, asumiendo el rol victimario, somos presente…tal vez honremos al futuro sin tener que higienizar nuestras mañanas ya que tuvimos que aprender a decorar el baño mejor que a la cocina, nuestras abuelas no ocultaban las madrugadas, de ojos pegados, al aluminio de sus pavas, pero hoy, el teflón reemplazó al aluminio. Sí, el benéfico teflón, aunque hay panzas que lo desconocen como el aceite vegetal que suplantó al colesterol de otras mezclas. Y mientras algunos hígados almacenan grasas, los pactos continúan oprimiendo cerebros que nunca tendrán la posibilidad de desarrollar sus neuronas pero que sí amortiguan a maxilares que incumplieron su función y masticaron odios, junto a pieles renegadas de soles y vientos, marcando con sellos en sus frentes a nacimientos acumulados entre anaqueles y cofradías.
Mientras escribo, mi mano, comprende: detrás de las fronteras se pacta colores por odios.
Los adjetivos se resignan ante el poder extremista, el estallido del verbo pugna y duda, da vuelta la página, sabe, que el niño necesita de duendes y las hadas de Anderson, toman protagonismo.
Entonces aprendo a deshacerme de los silencios, testigos de las partidas, a calmara mi sed con las texturas de los verdes y enredarme con las voces infinitas, a socavar las brisas y litigar mi vida con bocanadas de humo, mientras, otros imaginarios, me socorren en este duelo, desparraman espumas para que pies beban de las aguas viejas costumbres.
Hasta que el niño aprende a desear el autito de vecino, la mochila, la mujer del prójimo “…deseo ser presidente para ayudar a los niños”, ante esa excusa infatigable siento, que el blanco es negro y el negro es blanco, que el gris no existe para añadiduras y entre aullidos de gusanos me pregunto: ¿Dónde estará el humano que alce su rostro ante las tempestades? ¿Dónde estará el humano que escuche las partituras de llantos enmudecidos? ¿Desoyendo a otras lenguas? ¿Destripando a los borregos? ¿Despellejando auroras? ¿Desenfundando nutrias? ¿Despoblando las memorias?
Cuando el dolor inverna mis entrañas, interrumpo las secuencia de estaciones, para aprender a que no me duela cuando tu codo apresura su estadía sobre esta mesa, a desnatar perdones por la ausencia de tu presencia y la existencia de tu indiferencia.
Regresarán los adjetivos con paso de águila demarcando la ruta, será muy tarde, cuando el reloj deposite las arenas del otro lado y estrangule muchedumbres junto al mar embravecido. ¡No hay tiempo! Deberá ser antes. No cubriremos con lavanda nuestras incapacidades, lustremos con cenizas las pavas y reflejemos nuestras mañanas, asumamos los roles y hallemos verbos que no resuman la estupidez y en su secuencia contemplemos a nuestro aprendizaje.
Elevo la duda que nos planteara Shakespeare: “ser o dejar de ser”, para fundamentar pero sin dudas esta propuesta: conocer, perdonar, transformar, soñar, asumir, concretar, la acción, el verbo, HACER, para no pe-re-cer.
Para que el niño, no continúe siendo el que siempre pierde y que vuelva con los adjetivos, bueno, lindo, limpio y puro, en una oración bimembre a modificar directamente a los sustantivos que le dieran el ser: mamá y papá.
Entendamos que fue el deseo del poder, y no la acción del estallido, el deseo de manipular las mentes ese fue el pacto que resignó barriletes, ese fue el pecado original y no la manzana que de seguro Adán compartió con Eva.
Stella Maris Sandoval

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Respuestas a esta discusión

Stella, un escrito muy bello, donde se habla del pecado, del perdón, donde todos hemos destripado alguna vez un borrego, un premio bien merecido y mi admiración como ser humano, donde no somos los verdugos cuando todos hemos pecado y me encanta ese final del pecado original, yo creo que Adán hizo mucho más que eso, al sacar el gusano que había en la manzana y entregarlo a Eva, sin remordimiento alguno. Mis aplausos mujer y aprendo de ti. Un abrazo desde éstas templadas tierras.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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