LA TERNURA DEL LIBRO ESCRITO ANTE EL AUGE DEL LIBRO VIRTUAL. Por Gladys López Pianesi

LA TERNURA DEL LIBRO ESCRITO ANTE EL AUGE DEL LIBRO VIRTUAL
Por Gladys López Pianesi

"Por una pedagogía de la ternura, humanicemos al mundo"

 
Si nos atenemos a la consigna de éste IV Festival de Poesía dedicado al Poeta José María Gálvez Barzallo,  cuyo lema es: Por una pedagogía de la Ternura,  humanicemos al mundo. Pretendo desde mi intimidad humanizar al libro de papel. Humanismo que ya está enraizado en mi historia, desde la ternura, ya sea por acostumbramiento, por conocido, por crecer juntos, por significar parte de mi esencia.
Quiero remitirme para hablar del libro atreves de  una poesía de Mario Bebedetti que habla del amor del hombre y la mujer.  
«Por una pedagogía de la ternura, humanicemos al mundo»
 
Nosotros cuando amamos
Sin prisa y con fervor
Gozamos y nos sale 
Barata la función
 
Ustedes cuando aman 
Al analista van 
Él es quien dictamina 
Si lo hacen bien o mal 
                         Mario Benedetti
 
Siguiendo el hilo conductor que Mario Benedetti  trasmite a través de su poesía  “Ustedes y Nosotros”, sobre la diferencia que existe entre los hombres y mujeres en el acto de hacer el amor, podría situar al libro en sus dos versiones: virtual y de papel.
 

Esta diferencia me lleva a la idea de que el libro escrito en papel, el objeto libro, que tocamos una y otra vez, que acariciamos, que releemos, que personalizamos con subrayados, con notas al costado, con el afecto en cada letra impresa y con el recuerdo de cómo llegó a nuestras manos, quién nos lo regalo, a quien se lo contamos, sumado a encontrar que el autor quizás lo escribió en  una situación semejante a la nuestra, lo que nos remite a buscar en la memoria los detalles que unen el texto del autor con nuestro pasado o el presente que estamos viviendo, se perderían, se deshumanizarían. 

El hecho de poder dejarlo, de volver a tomarlo, de archivarlo y guardarlo, en un estante, quizás de una generación para la próxima,  se perdería. Y el olor de los libros, el color  amarillento. Y los señaladores, las hojas secas o los pétalos de rosa que dejamos de recuerdo, dentro de ellos.  Estos actos tan humanos, tan  breves y tan sentidos, no tendrían futuro en un libro digital.  
 

 Como mujer que soy y según dice Pilar Sordo, las mujeres estamos acostumbradas a retener y los hombres a sacar y Mario Benedetti también diferencia los sexos en la actitud de amar. 

Deduzco que el libro de papel se asemeja  a una mujer y el libro virtual tiene corazón de hombre.
Soy abierta a las nuevas tecnologías y sé que los árboles sufren cuando el hacha asesina, tala su cuerpo para convertirlo en celulosa,  en ese proceso de transformación para ser  papel. Ese papel  que luego tendrá ese formato tan querido, de ser un libro,  que mis dedos desnudarán en el acto de penetrar su interioridad.
    

Pertenezco a la generación del libro impreso. Llegue tarde al libro virtual.
Pero he intentado leer un libro virtual. Nunca lo he terminado. Salteo párrafos, no lo puedo marcar a mi gusto…no lo puedo masticar… si no lo imprimo,  abandono antes de llegar al fin.
 

Reconozco que el virtualismo nos ha dado posibilidades enormes, nos une y universaliza.
Por lo que no debemos jugar una pulseada dónde uno gane y el otro pierda. Debemos  abrir un nuevo camino donde puedan convivir en armonía ambos libros,  los de papel y los virtuales, por eso: 
…. hagamos un trato
Yo quisiera contar 
con usted
               es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto 
quiero decir contar
…. No ya para que acuda 
Presurosa en mi auxilio
Sino para saber
A ciencia cierta
Que usted sabe que puede 
contar conmigo

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Respuestas a esta discusión

Rosemarie gracias por las manos. Las manos hablan y tu lenguaje es muy alentador. Besitos Gladys López Pianesi

Gracias Tus manos son palomas en vuelo Un cariño Gladys López Pianesi 

REFLEXIONES VALIDAS, EL LIBRO NUNCA MORIRA, CUANDO NO HAYA ENERGIA ELECTRICA, AHI ESTARA EL LIBRO, CUANDO NO HAYA INTERNET, AHI ESTARA EL LIBRO, CUANDO TERMINE ESTA ERA, AHI ESTARA EL LIBRO, SIEMPRE ESTARA LISTO PARA QUE LO TOMEMOS EN NUESTRAS MANOS Y LO ACARICIEMOS, LEMOS Y DISFRUTEMOS.

Un pensamiento digno de una poeta de lujo a la que tuve el honor de conocer. Argentina, con estas voces, tendrá rango para el futuro, gracias a Dios

¡Abrazo inmenso desde Goya Corrientes!

Es así amiga,te felicito por tal comentario.anto

La literatura, la ciencia, la propia historia y la cultura en general, siguen teniendo en el libro impreso, su más grande conquista, su imprescindible agente de divulgación y promoción. Aunque pasen los años, y a pesar de la inocultable crisis creada por la banalización de la literatura, el libro impreso sigue sobreviviendo, con esa casta virtuosa de inmortalidad y de decencia, que le ha permitido enfrentar victorioso la insurgencia de las propuestas virtuales, y los criterios comerciales a veces sin ton ni son, de algunos editores del caos y el complot de una ignorancia supina que se come todo lo que atrapa y lo tritura en los molinos de carne de la autodestrucción. 


Nadie niega que contra su existencia complota la falta ominosa de ambiciosos proyectos nacionales e internacionales de política cultural, pero también la actitud indiferente de medios de comunicación de aquí y de allá, que sobreviven a su propia crisis vendiéndose o alquilándose al mejor postor, - que al final viene a ser lo mismo -, y entregando su herencia de palabras, sentimientos e ideales, a las más retaceras y absurdas maneras de evitar todo lo que alumbre y culturice. 


Pero el libro, como expresión singular de sueños resumidos, de creaciones inéditas, de historias y pensamientos que nadie podrá matar, sigue con toda su majestad, tratando de convencernos que en él hay que buscar la vida, pero sobre todo esa imprescindible inteligencia – redentora y posibilitadora de mejores condiciones culturales - para enfrentar a la ignorancia y la estulticia. 
Mario Vargas Llosa, en su libro La civilización del espectáculo, nos aproxima con vehemencia al paisaje de la aparatosa caída de la alta cultura de grandes propuestas espirituales, y nos hace mirar con ojos bovinos o sea con la mirada estupefacta de la impotencia, el surgimiento de esa otra cultura, comercial, angurrienta, de bajos fondos, pintada con la máscara del entretenimiento, que a lo blanco dice negro y a lo negro blanco y que se presta sin querer, o queriendo, a la traicionera impertinencia de la corrupción y la indiferencia que todo lo oscurece.

Cultura de pobres correlatos que también incluye a escritores del disparate y a editores, que por buscar dinero fácil, - con sus honrosas excepciones - apoyan la mediocridad y se venden a destajo para no morir en el intento. Y entonces los que valen andan con sus libros a cuestas, moribundeando entre el suicidio y la necesidad de prostituirse – digámoslo en el mejor de los sentidos, si eso acaso puede ser posible – porque muchas veces no hay lugar a la razón y al reconocimiento del talento, en un mundo que se presta y deja llevar por los olores nauseabundos y mórbidos de la imprevisión y la pacatería. 


Pero ya pues, qué importa. Al final, el libro es el Señor del ring, el muchacho bueno de las fiestas callejeras, que se agarra a puñetazos con el alba. No importa de repente que en las librerías los vendedores se les acalambre el hígado y busquen otra chamba paralela, ya que la gente prefiere comer antes que comprar una obra que reclama un entendido. Pero el libro impreso sigue saliendo imperturbable, como una metralla, que en el mete y saca de la bursatilería, nos deja a todos – no obstante ser metralla- ese murmullo de calandrias en el cielo, esa necesidad de ser humanos, de comprender que sin educación y sin cultura, somos juguetes de la ignorancia y corredores de apuestas en el círculo vicioso de la mediocridad que a muchos victimiza. 


Sea cuál fueren las circunstancias que agobian al mundo, que ahora se ha achicado, el libro impreso sobrevive al caos de todos los volúmenes, y por su capacidad de sobre existir, y acaso de su certeza de que nunca jamás podrá morir aunque todos los días lo maten, y lo conviertan en recurso del cielo o del infierno, ha adquirido ese hálito de sagrada unción, esa fuerza convergente que siempre nos anima.

Lindo por eso el análisis de mi amiga Gladys Lòpez Pianesi, que comparto con absoluta complacencia. 

BELLA AMIGA: GLADYS

QUE SENTIMIENTO AL LEERTE.

EL LIBRO, NUESTROS LIBROS NO DEBEN DESAPARECER.

CUÁNTO CARIÑO, ALBERGA TU ALMA.

TUS NOTAS REFLEXIVAS, SON MUY VALIOSAS

BENDICIONES.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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