Ding, dong, ding. Mientras estoy en la cama a medio despertar me gusta escuchar las noticias. Noticias del mundo entero que las más de las veces me ponen los pelos de punta.

Estamos en unos días que nos parece que todo es bueno, pero no es así, las guerras no perdonan ¿las guerras o los hombres? Todo a nuestro alrededor huele a… ¿podrido? No sé, me gustaría poder escudriñar dentro del alma de los “todopoderosos”.

Hablan de mil temas que no son nada interesantes. Claro que aquí dicen unas cosas para desviar otras. Pienso que será en todas partes igual ya que a los políticos no les interesa que el pueblo llano nos enteremos de según qué cosas.

La radio sigue hablando, sobre todo de Siria, de esos niños, del frío tan enorme que hace en el lugar y mil cosas más, eso sí no escucho decir que la paz ha llegado ya, o que les van ayudar.

Me levanto y me miro al espejo, es entonces cuando me digo; soy afortunada. Tengo lo necesario para vivir, una familia, comida y una casa dónde el calor humano y el físico no falta ¿entonces, que puedo pedir yo? No tengo derecho a más.

Me vuelvo de espaldas ya no veo mi cara en el espejo, pero si todos los ojos que me miran. Paseo junto a ellos acariciándoles el pelo y repartiendo miles de caramelos que salen sin saber como de mis bolsillos.

Nos sentamos todos en unas piedras que encontramos en el camino, el suelo esta blanco, estamos en invierno, la nieve ha cuajado, en cambio veo que hay un rosal repleto de flores, hasta nosotros llega su suave aroma.

Cerca de mi tengo un cesto grande lleno de pan, cojo uno y al mirar veo que están rellenos de chocolate, de mermelada, de otras muchas cosas. Los niños me piden y yo les voy entregando el rico alimento.

Al fondo suena una canción, callamos y prestamos un poco de atención ¿es un villancico? Parece decir:

                ”Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor”…

Sigue sonando mientras vemos como bajan ángeles cargados de frutas, de dulces, de abrigos… que van entregando a todos los niños que encuentran a su paso.

Abro mis brazos para abrazar a todos, dejando un mundo en paz, un mundo lleno de dulzura.

Ding, dong, ding, de pronto se sube la radio y despierto, veo que todo ha sido un sueño. Miro sin saber dónde estoy… sí, en mi casa.

Me duele el despertar, era feliz en mi sueño cerca de todos ellos, deseándoles un:

                                              FELIZ NAVIDAD

Higorca

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ACEPTEMOS LO QUE NO ESTÁ EN NOSOTROS MODIFICAR Y MIENTRAS, OREMOS, MANIFESTEMOS,

ESCRIBAMOS Y ENVIEMOS MANUSCRITOS, POEMAS, PANES A LOS QUE SUFREN Y JUGUETES A LOS NIÑOS

QUE NO TIENEN. TRABAJEMOS POR LA PAZ.

¡GRACIAS POR ESE SUEÑO SANTIFICADO!!!

VILMA LILIA

UNA GRAN REALIDAD QUE SUFRIMOS DÍA A DÍA, DESEO QUE NUESTROS SUEÑOS DE IGUALDAD SE VEAN REALIZADOS ALGÚN DÍA

FELIZ AÑO!!!

Un hermoso sueño de Navidad. La guerra es un negocio que mueve millares de dólares. Los políticos manipulan a los pueblos y viven de la gente que ingenuamente cree en ellos. Un abrazote, amiga. Eladio

MUY LINDO GRACIAS IGUALMENTE PARA VOS

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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