TE SOÑÉ CANTANDO, MADRECITA QUERIDA
Y te soñé cantando, allí estabas con vida
con tu ritmo tan dulce y tu risa encendida.
Mi madre inolvidable, cada noche te sueño,
nunca te has alejado, me inspiras con empeño,
en mi rol familiar, observo tu diseño
y tu recuerdo brilla con aliento risueño.
Madre tú eres también faro del infinito
que del cielo me mandas el resplandor bendito.
Me recuerdo sentada cual niña consentida,
sobre tus dulces piernas como bebé pequeño,
y te soñé cantando, así te necesito.
©Sorgalim
Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños
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Gracias, amiga.
¡Qué dulce poema, querida Milagros! El recuerdo de la madre, siempre se acompaña de una hermosa sonrisa de amor incomparable.
Tu amigo Ernesto.
En mi poema Madre, te respondí y agregué una pregunta a ti.
Gracias, querido Ernesto.
Madre tú eres también faro del infinito
que del cielo me mandas el resplandor bendito.
Muy tierno y bello!
Gracias
mary
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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