EL VIEJO EN EL TEMPLO

&&&

Tiene los ojos velados de tiempo y ya no distingue los rostros, sobre todo cuando esto ocurre en la semipenumbra del templo. Todos lo llaman ‘Viejo’ porque no ha dicho su nombre y tampoco nadie sabe por qué permanece tanto tiempo en la iglesia de la plaza, tan vieja como él.

Es un edificio de mampostería que el presbítero ha ido mejorando con las limosnas de los fieles, cada domingo y cuando ocurre algún suceso de recordar. Todo en perpetuo movimiento en la casa de Dios, con fragancia de incienso y velones chorreando esperma sobre platos recubiertos de pobre metal.

En el templo está la imagen de la Virgen patrona del pueblo, esculpida en yeso y pintada por quién sabe quién, de rostro hermoso, morena y tocada con un velo adornado con la corona de oro. Esa virgen es la contemplación obsesiva del viejo huésped del recinto religioso. Le preguntan y él dice que conoció a la mujer que sirvió de modelo; que sus ojos son aquellos que amó de joven en la figura sagrada.

¿Sientes que ese rostro tiene una réplica en un ser vivo todavía para ti? Es su secreto y casi nadie indaga razones, y sólo es un juego de pasatiempo cuyo protagonista es el viejo enamorado de un retrato convertido en yeso pintado.

Ya el viejo no tiene a nadie que alivie sus penurias ni llene esta soledad de ecos en los arcos del templo. A él no parece importarle mientras le permitan estar frente a la efigie de la Virgen; y lo dice cuando vienen las chanzas.

Por finales de noviembre cayó enfermo el viejo. De su casa de tristes molduras, de sus cacharros oxidados salía un silencio que la gente que todavía le guardaba afecto respetaba. Y algunos venían a traerle alimento y un saludo, todo pasajero como el tiempo que se le viene encima.

Dice alguno que escuchó al viejo cuando se refería a la Virgen. Explica que este no es el tiempo de Pascua de resurrección cuando sacan en procesión a la Dolorosa de la Semana Santa. Te conmovía la figura trágica del Nazareno y pensabas en un altar suntuoso para la Virgen de las siete espadas clavadas en su pecho: la Dolorosa era el símbolo del sacrificio. Decía que tampoco era la fecha para celebrar la fundación del pueblo y para exaltar a la patrona en un altar de esmerada belleza.

La Navidad es la fiesta de Jesús, y a la Virgen sólo le queda el papel de la madre que cuida al niño en un pesebre. ¿Cuál sería el homenaje a la mujer madre y patrona que está en el templo? Las miradas están sobre el niño, que sí tiene una luz en su cabecita y un manto bordado para cubrirlo.

Dirá su penitencia el viejo, confesará sus faltas para que sea absuelto de manchas. El presbítero deberá escucharlo en el catre donde yace esperando la muerte. No debe tener ningún remordimiento, salvo el que le deja su pensamiento fijo en la escultura del templo.

Habla por el viejo la multitud del recuerdo, y de la fuente con agua bendecida surgen a borbotones las palabras que nunca había dicho. Esa Virgen fue su mujer en la lejana juventud, y él fue quien esculpió la figura sagrada en otro lugar distante de este pueblo. El rostro de la Virgen es el que amó en mujer, y quizás la misma Virgen sintiese mayor alegría, si todavía viviese su amor humano por el artista que le dio inmortalidad.

El día de Navidad era el llamado de la muerte para el viejo. Ya no comprendía a los hombres y sus inútiles correrías por la vida.

El viático lo trajo el presbítero a la casa del muriente. Y trajo más: una estampa con la imagen de la virgen del templo, en una perspectiva que destacaba los profundos ojos y los finos rasgos de la amada del viejo.

Esa mañana del 25 de diciembre fue diferente para los pobladores. No pueden celebrar el nacimiento del Salvador porque a esas horas las puertas del templo están cerradas. Y una razón de mayor peso: La virgen ya no está en su altar.

Vistas: 75

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME


PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el febrero 22, 2020 a las 11:32am

¡Bellísimo relato, Alejo!


DIRECTOR GENERAL
Comentario de Ernesto Kahan el febrero 22, 2020 a las 11:07am

Me apasionó este cuento magnífico, adorable...

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…