LACTANCIA

[Delia Pilar]

Un manantial de néctar blanco

brota de tus pechos, mujer.

Tu cabellera medusa en la almohada;

tu hijo, adherido al cuerpo tibio,

vacía el blanco seno, piel contra piel.

Este ámbito sagrado e íntimo

se puebla de hadas y duendes,

de huellas de tus ancestros,

de sueños simbióticos;

de fiera ternura, salvaje y terrenal…

se expande la memoria filial

de aquella oquedad oscura y húmeda

donde se gestó y evolucionó el misterio,

finalizando con ese grito…

ese grito, ritual de vida…

silencio sagrado de esta hora mágica…

de este tiempo sin tiempo;

sólo se perciben las respiraciones,

por momentos al unísono,

y el susurro palpitante del universo…

 

 

Delia Checa

de mi libro “Poesía”

Mendoza, Argentina

2014

 

 

 

 

 

 

 

[Aimee Granado]

Divina sensibilidad emana de tan maravillosos versos.

Utilizas bellas imágenes poéticas que revelan esa delicadeza para tratar un tema tan sublime que multiplica bendiciones y nos transmite la pureza y la ternura maternal.

Me ha encantado leerte.

¡Felicitaciones!

[Alicia]

Manantial de vida 

 de susurros entibiados con amor 

 de duendes y hadas que danzan al compás

de dos corazones al unisono... 

Quienes hemos tenido el privilegio de dar de mamar a nuestros hijos 

 nos sentimos totalmente identificadas con tus letras... 

El tiempo se detiene y solo las miradas de ojos sonrientes es lo que flota en ese instante .. 

Mujer casa  de Dios  nutre con devoción a tu niño... 

Felicitaciones  Delia un gusto leerte. Alicia.

[Levy Ronny Benlabrat]

Dichosa y fina armonía poética.
Dicen que ese blanco polen que brota del seno de una joven madre es la dulce leche divina del cielo.

Todos mis aplausos van a ti
Ronny

 

[Luis Gonzaga Álvarez León]

Hermosa descripción lírica de una actividad cotidiana. Congratulaciones.

[Delia Pilar]

Muy agradecida, Alejo, por tu gratísimo comentario.

Saludos fraternos.

Delia

[Delia Pilar]

Muchísimas gracias, Ma. Beatriz, por tu hermosísimo comentario lleno de información muy útil y el destacado con el me honras. 

Un gran abrazo desde mi patria.

Delia

[Alejo Urdaneta Fuenmayor]

Excelente y conmovedor el poema dedicado a la vida, con la entrega de la madre y el insaciable apego al seno materno. Utilizas un tema que es de todo ser humano para exaltar el amor de la mujer, porque la mujer es asiento de la inquietud y sosiego del cuerpo.

La poesía que leemos con frecuencia se ha hecho recurrente para hablar del amor, y tú lo has dicho con la música del encantamiento, sin palabras forzadas que se quedan en un cuadro.

Agradezco tu poema pleno de limpia poesía.

Un cordial abrazo.

Alejo

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Hermosas letras mi querida Delia Pilar!  Grandioso tema

Los senos de una mujer tienen dos representaciones primordiales:  El MATERNAL y el sexual.

Principalmente el seno de la mujer está conformado de grasa y las glándulas mamarias que están muy cerca al pezón.  Se genera calostro,  líquido inicial cuando uno pare.  Este inicial líquido es más completo que la leche misma que vendrá después.

La mona como otros animales hembras tienen sus crías, se hinchan sus tetas y después que deja de lactar quedan como antes planas.  En la mujer no.  Y en su mayoría,  los senos dejan de ser  túrgidos al dar de lactar.  Y como es también una atracción sexual en el hombre, fue por eso que en el siglo XV aparecieron las NODRIZAS.  Pero sean nodrizas o la madre misma, es el alimento inmediato, más completo con muchos, grandes y completos elementos nutritivos que recibe el recién nacido. 

Nada lo suple en su forma total.  Ahora tu poema precioso por cierto, se ha dirigido a ese primer momento, comunión que se produce entre madre e hijo y que se prolonga por meses.    Desde luego el pezón demanda un previo cuidado para que a la hora de la succión no se hagan grietas,  sangre y duela por último cuando el bebé coja la teta.  Y esto es porque en los animales los pezones son largos, en la mujer no.

Con decir que la mujer llora por esa inmensa emoción inefable del primer contacto, creo que el hombre podrá darse cuenta del momento sublime que se da, en el mismo instante que una boquita, de un cuerpecito muy tierno  se prende de la teta de uno.  Aparte que es el alimento más completo,  el hecho de traer al mundo a un bebé y darle TU LECHE, es una bendición de Dios.  ¡La felicidad de una mujer no basta con tenerlo en el vientre, sino también somos las privilegiadas de darle su primer alimento!  Ese contacto  que se crea entre el hijo y la madre es indescriptible. 

 Es por eso que un poeta dijo:

Ni de la flor al rocío

ni del bardo a sus cristales

ni el puro amor de un buen padre

tienen el valor de ese amor

que se llama  ¡AMOR DE MADRE!

(Jacinto Benavente)

¡CUÁN GRANDE ES EL SEÑOR Y COMO NOS BENDICE CON UN HIJO MI QUERIDA DELIA DEL PILAR!

Tu poema lleva todos mis aplausos bella dama!

Muchísimas gracias  por este compartir

Un grande y fuerte abrazo...  Besos querida poeta!