Nuestra verdadera nacionalidad 

es la humanidad.”

Herbert George Wells

 

Más de veinte siglos hace,

Cristo, que desde

el madero, con honda

amargura, nos miras,

mientras estos seres que tanto amaste

se desprecian porque su piel es negra,

o blanca, o amarilla, o porque

su credo es el hebreo, o musulmán,

o hindú, o taoísta…

 

¿Te das cuenta, Cristo,

cómo aún siguen sin entender

el mensaje de amor que de tu Reino

a la Tierra trajiste?

Esta humanidad, enfrentada,

juega peligrosamente

este juego siniestro de la guerra

y sigue sin entender que hermanos

fueron proclamados  en los albores

de esta era que cristiana pretenden

llamarla pero que aún…

¡no incorpora tu sagrada esencia!

 

Delia Checa

De mi libro “Hacia el infinito”

Mendoza, Argentina

2017

Vistas: 88

Comentario

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PLUMA ZAFIRO
Comentario de Iris Girón Riveros el abril 6, 2021 a las 2:19pm

Desde la cruz de sus padecimientos

Cristo veía la insensibilidad del humano

que además de clavarle la lanza de la ignominia

le dieron hiel, veneno, vinagre a quien solo clamaba agua

porque la sed del perdón brotaba de su postrer suspiro.

Seguimos indolentes e inhumanos

odiándonos tanto y sintiendo esos viles egoísmos,

¿Valió el sacrificio de Cristo?

Gracias Delia por tus letras.

FELICITACIONES.


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el abril 5, 2021 a las 9:28pm

Muy agradecida, Silvana.


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el abril 5, 2021 a las 9:28pm

Muchas gracias, Ma. Ángeles, todavía hay muchos que no lo entienden, lamentablemente...


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el abril 5, 2021 a las 9:27pm

Muy agradecida, Vilma, por tu valioso comentario. 


ADMINISTRADOR
Comentario de Silvana Beatriz Sosa el abril 5, 2021 a las 7:32pm

Delia: Excelente poesía. Te felicito.


PLUMA BRONCÍNEA
Comentario de Ma de los Angeles el abril 5, 2021 a las 10:01am

YO PENSE QUE ESTE PUEBLO HABIA RECIBIDO EL MENSAJE DE DIOS, TRISTEMENTE NO.

BELLAS LETRAS


PLUMA VITAL - V.I.P.
Comentario de Vilma Lilia Osella el abril 5, 2021 a las 8:38am

Impecable mensaje de amor cristiano. Felicitaciones a tu magica ispiración.

Vilma Lilia


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el abril 4, 2021 a las 7:27pm

Te agradezco de corazón, querida Beatriz, tus palabras

con este muy valioso aporte que he disfrutado leer. 

Un abrazo.


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el abril 4, 2021 a las 7:24pm

Muy agradecida, Ronny, por tu comentario-aporte

y el destacado que me honra. 

Delia


PLUMA ÁUREA
Comentario de Maria Beatriz Vicentelo Cayo el abril 4, 2021 a las 4:50pm

Esta humanidad, enfrentada,

juega peligrosamente

este juego siniestro de la guerra

y sigue sin entender que hermanos

fueron proclamados  en los albores

de esta era que cristiana pretenden

llamarla pero que aún…

¡no incorpora tu sagrada esencia!

¡Ah mi querida Delia, grandioso final para tus bellas letras!

Esa pregunta tan curiosamente elaborada se la vienen haciendo a Cristo por milenios y milenios de años!  No creo que seamos los grandes y únicos  "sabios" que dándonos cuenta de lo malo que es una guerra, pidamos que no se den.

¿Por qué se dan las guerras?

Un 30 de julio de 1932  hubo un sabio llamado Einstein que le dirigió una carta a un sicoanalista  llamado Sigmund Freud,  escribiéndole:  ¿Existe un medio de librar a los hombres de la amenaza de la guerra? ¿De canalizar la agresividad del ser humano y armarlo mejor psíquicamente contra sus instintos de odio y de destrucción? 

La respuesta que da Freud  es para quedarnos pasmados, porque habla de UN INSTINTO DE DESTRUCCION QUE TIENE EL HOMBRE,  mas veamos como lo resumió Freud en la respuesta que le dio a Einstein:

"En resumen, no es más que la transposición teórica del antagonismo universalmente conocido del amor y del odio, que es tal vez una forma de la polaridad de atracción y de repulsión que desempeña un papel en el terreno que a usted le es familiar. Pero no pasemos demasiado rápido a las nociones de bien y de mal. Ambas pulsiones son igual mente indispensables pues de su acción conjugada o antagónica proceden los fenómenos de la vida.

Ahora bien, al parecer no es posible que un instinto de una de esas categorías pueda afirmarse aisladamente; siempre está ligado, de acuerdo con nuestra expresión, a una cierta proporción de la otra categoría, que modifica su finalidad o, según los casos, es indispensable para su materialización. Así por ejemplo, el instinto de conservación es de naturaleza erótica, pero es justamente ese instinto el que ha de recurrir a la agresión si desea que triunfen sus intenciones. Igualmente el instinto amoroso, referido a objetos, necesita una cierta dosis de instinto de posesión si quiere en definitiva apoderarse de su objeto. Y es precisamente la dificultad de aislar ambos tipos de instinto, en sus manifestaciones, lo que durante tanto tiempo nos ha impedido reconocerlos.

Si usted desea que profundicemos más, verá que las acciones humanas encierran una complicación suplementaria. Es muy raro que un acto obedezca a una sola incitación instintiva, que ya en sí debe ser una combinación de eros y de destrucción. Por lo general, varios motivos, con una combinación similar, deben coincidir para provocar la acción. 

Cuando se incita a los hombres a la guerra, un llamamiento de esa índole puede encontrar eco por diversos motivos, unos nobles, otros vulgares, algunos de los que se habla abiertamente y otros sobre los que es preferible callar. No hay razón para que los enumeremos todos. La inclinación a la agresión y a la destrucción forma parte de ellos: las innumerables muestras de barbarie que jalonan la historia y la vida cotidiana no hacen más que confirmar su existencia.

Al excitar esas inclinaciones a la destrucción valiéndose de otras tendencias eróticas y espirituales, se les da naturalmente un medio de manifestarse con mayor libertad. A veces, cuando oímos hablar de las crueldades de la historia, tenemos la impresión de que los móviles idealistas sólo han servido de pretexto a los apetitos destructores; en otros casos, si se trata por ejemplo de los horrores de la Santa Inquisición, pensamos que los móviles ideales se han situado en primer plano, en el consciente, y que los móviles destructores les han dado, en el inconsciente, un suplemento de fuerza."

La carta es largamente explicativa, pero de este resumen podemos darnos cuenta que la violencia, agresión está enraizada en el ser humano; es mas en una parte Freud  agrega: Cabe entonces concluir, para volver al tema que nos ocupa, que sería inútil pretender suprimir las inclinaciones destructoras del hombre.

Si nos dejáramos llevar por lo que explica Freud lo único que nosotros podríamos agregar serían las palabras de nuestro Señor Jesucristo:  "Padre, si es posible aparta de mi este cáliz"

Gracias mi querida Delia,  son muy loables tus letras!

Bendiciones amiga linda!

Te abrazo muy emocionada!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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