Ermitaño.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Ermitaño.

De que quiere, quiere

de que puede, puede

de que sirve, sirve

de que sabe, sabe.

De que tiene, tiene

de que luce, luce

de que mueve, mueve

de que corre, corre.

Y lo vez parado sin decir palabra

mirando el silencio y hablando de nada

cazando luceros cada madrugada

guardando recuerdos en bolsas rasgadas.

Escribe sus versos en hojas y ramas

domina las rimas y lluvias tempranas

el eco le canta silencios dormidos

y busca en las noches sus sueños perdidos.

 

Duerme en las nubes que cubren las rocas

bebe del agua que seca la fosas

desangra los ríos con tiernas miradas

moja sus dedos en cada alborada.

 

Y pasa su vida tan llena de nada

sus manos sonríen volando en la jaula

sus lágrimas mojan el cielo y el alma

haciendo dos surcos que marcan su cara.

 

Muere queriendo lo que siempre quiso.

haciendo las cosas que siempre propuso

sirviendo contento a su yo más profundo

sabiendo que el mundo de él nada supo.

 

Teniendo sus manos de amor tan vacías

luciendo los versos que él no escribía

moviendo las mentes con sus fantasías

corriendo al encuentro del ser que él temía.

 

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.

Derechos reservados.

 

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Alicia,

Agradezco profundamente tu lectura y la belleza del gran detalle que me compartes. Muchas gracias.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Mab,

Siempre es un gran gusto recibirte en mis letras y agradecerte tu amable detalle.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Santos,

Agradezco mucho la gentileza de tus palabras para este poema.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

María de los Ángeles,

Agradezco mucho tu lindo detalle.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Senda,

Muchas gracias por tu visita y por destacar este trabajo.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Magui,

Un gran gusto saludarte y leer tu amable comentario.

Saludos y bendiciones!